jueves, 7 de febrero de 2013 0 comentarios

¿Quejarse y gritar, cambiarse de lugar o aceptar nuevos esquemas?




En esta ocasión no hablaremos de asistencia a ninguna plataforma tecnológica ni soporte técnico alguno, más bien es la reflexión que surge a raíz de una situación vivida hace unas pocas semanas.

Nota aclaratoria: todo lo expresado en esta nota no es más que mi criterio personal, basado en un criterio imparcial e investigación algo limitada, por lo que se admite que las conclusiones expresadas disten de la realidad.

Tengo dentro de los teléfonos para prueba… más bien puedo decir que tengo disponible un Nokia Lumia 610 para hacer pruebas e ir conociendo / relacionándome con Windows Phone, su propietario le va dando uso y en cuando se presentan situaciones particulares me solicita asistencia. En esta ocasión el requerimiento fue algo simple a mi punto de vista: descargar una canción al celular.

Mi primera idea fue bajar la canción desde un site de internet desde el mismo celular, por diversas razones no fue posible descargar el archivo.  (falta de flashplayer, según el navegador, no posibilidad de ver la cuenta regresiva, etc). Lo segundo que pensé fue en enviar el mp3 de la canción desde otro celular al Lumia, para mi sorpresa me entero de que el bluetooth no permite transferencia de archivos (OBEX File Service).

Ya disgustado, inquieto y molesto con la situación, opto por enviar el mp3 por correo, tremendo … no se qué cuando leo en un foro que no se permite la descarga de adjuntos en el cliente de correo por defecto en Windows Phone.

Finalmente, hice lo que desde el principio me habían dicho: “tengo entendido que solo se pueden pasar canciones desde el Zune” como perro arrepentido, conecto el Lumia en la PC (la cual ya tenia el mp3 descargado) y pase por Zune la canción que tanto inconveniente ha causado.

Después de todo esto me pongo a pensar: “a esta gente de Nokia les falta ponerse un logo de pera mordida para imitar a ya sabemos quien” y Al cabo de varios minutos comienzo a desenredar una serie de pensamientos que me llevaron a lo siguiente:

Muchos usuarios se van a Android por lo libre y abierto que es, sin embargo surgen quejas sobre la seguridad, privacidad, duración de batería y estabilidad de sistemas desarrollados por terceros. Otros van Apple por la “estabilidad” que ofrece, a un costo de pagar por un equipo sobrevalorado, la limitación de un sistema cerrado y estar bajo el completo control de un grupo de personas intransigentes que "saben lo que te conviene".

Cuando paso a pensar en Blackberry… bueno, ahí no diré nada.

Windows Phone prometia tener lo mejor de todas las opciones: un sistema estable que defendiera tu privacidad y que a la vez fuese lo suficientemente abierto para permitirte personalizar a todos los niveles el sistema (desde personalizar el tema hasta hacer ‘tweaks’  que mejoraran el rendimiento, créanme, uno se siente muy bien cuando logra esas cosas por uno mismo) sin embargo, no aparenta ser asi.

Al consultar conocidos me indican que eso es por la version de WP que tiene este lumia, dicen que en WP8 las cosas no son asi, pero eso no lo sabre hasta tener un equipo con ese sistema en mis manos.

Comienzo a considerar la idea de que sea necesario cierto nivel de encierro en los sistemas, ya sea para mantener control, para garantizar estabilidad o seguridad, quizás ambos. Otro factor que puede incidir es el hecho de que en los últimos tiempos están surgiendo elementos que están cambiando la cultura de los usuarios de teléfonos móviles (cargar datos en la nube, que tu teléfono celular sea también una tableta electrónica), estos elementos hacen un cambio de paradigma en lo que tiene que ver con que cosas haremos con nuestros teléfonos y como haremos estas actividades. tal vez por esta razón ya pasar una simple canción sea tan difícil al utilizar los métodos que conocemos, pero no porque estemos llenos de obstáculos, si no más bien porque el escenario esta cambiando.

Quizás lo que consideramos que es malo en un sistema, sea lo que constituya la pauta a seguir para garantizar tener lo que mas nos conviene (un teléfono que le dure la batería, que trabaje estable y que no publique tus preferencias ni los lugares que frecuentas). Con esto no quiero parcializarme hacia ningún fabricante de teléfonos, pero si que debemos ir pensando en es tiempo de ir equilibrando lo que mas no conviene con lo que nos gusta.
 
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